lunes, 1 de diciembre de 2008

El Romanticismo en la actualidad

Como ya sabemos, el Romanticismo fue, además de un movimiento cultural, sobre todo una actitud vital. Una actitud que reaccionó contra la Ilustración que ponía a todos los hombres a la misma altura, basándose en la fraternidad y la igualdad por medio de derechos inalienables, garantizando la supremacía de la razón frente al sentimiento, la fe y la superstición. El Romanticismo quería recuperar los valores individuales y subjetivos frente al deseo anterior de igualdad, en una valoración de la persona, no en su esencia, sino en su singularidad, como eje capaz de mover el mundo. Y es obvio que este tipo de pensamientos han calado en nuestra sociedad actual, bien como literatura, bien como filosofía.

El individualismo ha supuesto una valoración positiva de la diferencia y del deseo de diferenciación, por eso los románticos preferían a aquellas personas, que como decía Nietzsche, se salían de la 'masa' o del 'rebaño', pues eran capaces de crear un estilo propio. Este elemento se encuentra muy presente hoy en día relacionándose, por ejemplo, con la aparición de tribus urbanas muy minoritarias como pueden ser los góticos, que se alejan del convencionalismo social para crear su propia forma de vestir o su propio modo de vida. Podríamos incluso relacionar este valor romántico con la aparición del movimiento bohemio, personas artistas y creadoras (que como veremos más adelante son de suma importancia en el Romanticismo) cuya preocupación no es la ostentación estética y material de la sociedad sedentaria burguesa, sino la vivencia de valores propios y el enriquecimiento cultural.

Por motivos de diferenciación, muchas personas son objeto de burla; en este aspecto creo que deberíamos aprender mucho del Romanticismo para valorar la diferencia y la rareza, en una actitud tolerante, que incluso debería aplicarse a diferencias étnicas para así evitar posturas como el racismo.

El individualismo romántico afecta también al ámbito del pensamiento. Filósofos como Nietzsche (uno de los principales representantes de la actitud romántica en muchos aspectos) defendían a aquellas personas que eran capaces de romper con la moral convencional para convertirse en artistas, en dueños creadores de una moral propia. Esto, en la actualidad, es muy criticado, porque puede dar lugar a posturas relativistas o incluso egoístas. Hemos de tener en cuenta que gran parte del subjetivismo que encontramos hoy en día, (la defensa de 'mi verdad' sin tener en cuenta la opinión del resto), tiene su origen en el Romanticismo. No obtante, quiero destacar que muchas de las personas que atacan a esta interpretación propia de la realidad, no saben que incluso ellos están adoptando una perspectiva relativa. En una valoración de la diferencia, como he dicho antes, creo que sería necesario aceptar este relativismo con una actitud tolerante, es decir, darnos cuenta de que cada persona tenemos una visión de la realidad, e intentar enriquecerla con las opiniones ajenas.

Este deseo de diferenciación también se encuentra en el ámbito cultural. Los Románticos exaltaron los valores nacionales frente al cosmpolitismo ilustrado, lo que dio lugar a movimientos nacionalistas, en Alemania, en Inglaterra o incluso en España, donde comenzó la recuperación cultural de Galicia, Cataluña o el País Vasco. El nacionalismo es un problema bastante grave en la actualidad. No hay una postura intermedia que permita racionalizar su comprensión. Por un lado encontramos a personas que lo denostan completamente, considerándolo algo atrasado y medieval, y por otro lado encontramos una defensa suprema del mismo, que lleva incluso a actos violentos. El nacionalismo, en mi opinión, no es algo que haya que erradicar completamente, porque cada cultura es distinta, y cada cultura posee elementos positivos que han de ser comprendidos o incluso aplicados. Es más, no se puede erradicar, pues todo el mundo se siente apegado a las características que les son propias. Sin embargo, tenemos que tener también en cuenta que en esencia, las personas, las naciones tenemos muchos rasgos en común, y es un error tomar posturas entocéntricas, las cuales pretenden una imposición de los ideales propios frente a los demás. Este es el principal problema del nacionalismo, que viene asociado a muchos movimientos fascistas o comunistas del siglo XX, los cuales pretendían imponer 'su verdad' a los demás. El nacionalismo, como todo, ha de ser objeto de una actitud tolerante y moderada.

El Romanticismo también supone una defensa a ultranza de la libertad, lo que dio lugar a rebeliones a lo largo de todo el siglo XIX para crear un Estado Constitucional frente al Antiguo Régimen. En la actualidad, muchas naciones están luchando para encontrar la libertad, acabar de una vez con las dictaduras (de ambos signos) y así desarrollar un régimen democrático basado en el respeto y en la garantía de los derechos del hombre. Y aquí es donde vemos de verdad una continuidad y no solo una oposición entre el Romanticismo y la Ilustración. La Ilustración fue la creadora del concepto de 'derecho humano', pero fue el Romanticismo, quien, en una actitud rebelde y crítica, trató de defender esta idea a lo largo del siglo XIX. Así, la democracia tuvo grandes activistas como Mariano José de Larra, que incluso llegó a ser diputado.

La rebeldía y la libertad, hoy en día, ha llegado incluso a los hogares, donde muchos jóvenes se enfrentan a sus padres. Creo que esto tiene aspectos positivos o negativos. Por una parte, es necesario pues los jóvenes poseen un mundo muy distinto al que tienen sus padres, el cual debe ser comprendido. Además muchos jóvenes poseen a madurez necesaria para elegir por sí mismos, y ejercer su libertad sin necesidad de límites o normas. No obstante, la carencia de límites en muchas ocasiones puede ocasionar desastres familiares, desastres cuyos culpables son padres despreocupados y apáticos.

La libertad también fue entendida en el Romanticismo de modo diferente a la Ilustración. Mientras que ésta deseaba racionalizarla, éste fue el encargado de introducir un matiz de sentimiento, impulso o instinto. Y es aquí donde entramos en otra de las realidades radicales del Romanticismo, ésta es la fuerza del sentimiento. Sentimiento entendido no solo como 'algo que sentimos' sino también, como 'algo que deseamos' es decir, el mundo irracional o inconsciente que grandes psicólogos como Freud supieron valorar. Esta exaltación puede llevar de nuevo a posturas extremistas en la sociedad actual, en la cual existen personas que siempre hacen aquello que les apetece sin tener en cuenta el daño o perjuicio a los demás. De nuevo, hay que tener en cuenta que somos un individuo encajado en una sociedad, y que en muchas ocasiones no debemos ser un 'lobo' para los demás pues esto puede hacer que seamos 'lobos' contra nosotros mismos.

Vero, creo que esto es suficiente para orientarte un poquito en el trabajo. Creo además que de la frustración y el desengaño como causa del suicidio (muy frecuente en la actualidad) entiendes mucho y que además está bastante explicado en el artículo. Las personas que tratan de ser diferentes chocan con el mundo, y este choque es tan fuerte a veces, por la falta de comprensión de su diferencia, que acaban en la locura o en el suicidio. Espero que te haya servido. Besos. Continuaré este artículo más adelante.